Si llevas un tamborcito
“Si llevas un tamborcito, una guitarra y una mochila, puedes caber en cualquier casa”
En el verano de 1995, cuando la guerra con el Perú asustaba a los ecuatorianos, Segovita cerró el comedor Sazón Latina, con el que intentaba recomenzar su vida luego de su divorcio. Y se decidió por la vida en la playa: “en calma, en paz, intentando ser un poco más perezoso”. Comprendió que “si llevas un tamborcito, una guitarra y una mochila, puedes caber en cualquier casa. En cambio, si traes cocina y lavadora, la cosa se complica…”.
Al segundo trago en la parrillada Los Helechos, de Salinas, anunció su regreso a los escenarios y la formación de su banda, Los Muebles Finos (por lo acabados). Fue el momento para cambiar esa frase de “sucio pero con plata” por “chiro pero artista”.
De Salinas partió a Montañita por una llamada de Roy, el dueño del bar Hachís. No le asustó el anuncio sobrepuesto en una tabla de surf y la batería de mala muerte que le dieron la bienvenida. De 2000 a 2003 presentó conciertos todas las noches en “Montaña”. Ese fue su hogar, ahí creó canciones, éxitos del underground como: Ladrón HP; Ecuador como, como.com, como, ¿cómo?; Cállate ignorante... Todos temas símbolo de parte de la generación joven guayaquileña, admiradora de su espíritu y su visceralidad.
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